Staatsbank FMO financierde bedrijf achter moordcomplot in Honduras
Jeroen Groot Johan Leupen
El banco estatal holandés FMO ha prestado millones a una empresa propiedad de un empresario hondureño que fue condenado a principios de este mes por su papel en el asesinato de la activista de derechos humanos Berta Cáceres. Se opuso a la central hidroeléctrica a la que se destinaba la financiación. La familia de Cáceres quiere responsabilizar al banco en un juicio en Holanda.
En resumen
El FMO concedió préstamos millonarios a una empresa propiedad del empresario hondureño David Castillo para la construcción de una central hidroeléctrica.
Castillo fue condenado a principios de julio por su participación en el asesinato de la activista de derechos humanos Berta Cáceres, que se oponía a la central eléctrica.
Los familiares de Cáceres quieren responsabilizar al banco en un juicio.
FMO afirma que el caso es en parte motivo para que el banco reevalúe su política de inversión.
El banco de desarrollo holandés FMO ha concedido préstamos millonarios a una empresa propiedad de un empresario hondureño que fue condenado a principios de este mes por su papel en el asesinato de la activista de derechos humanos Berta Cáceres. La financiación estaba destinada a la construcción de una central hidroeléctrica, pero FMO transfirió la mayor parte del dinero a una empresa propiedad del ex militar David Castillo, que lo utilizó para fines totalmente distintos. Según los familiares de Cáceres, pagó sobornos a agentes corruptos, y toda la información disponible indica que incluso financió su asesinato.
Caso legal
La familia quiere responsabilizar al banco estatal por ello en un juicio en Holanda y ha dado acceso al DF a documentos judiciales, extractos de pagos y conversaciones de WhatsApp de Castillo incautadas por la justicia hondureña.
El caso es una vergüenza para el banco estatal holandés FMO; el banco de desarrollo financia proyectos arriesgados en países pobres como Honduras que a menudo están plagados de corrupción. El FMO hace uso de las garantías del Estado y cuenta con estrictos mecanismos de control y estructuras de supervisión para evitar abusos y daños sociales. En la práctica, no siempre funcionan correctamente.
Muy impactado
En una declaración al FD, el FMO dijo estar «muy conmocionado» por la condena de su cliente y afirmó que el caso era una de las razones para que el banco reevaluara su política de inversión. Una cuestión nueva y más apremiante para nosotros es hasta qué punto el FMO puede y quiere actuar en Estados frágiles con leyes y reglamentos inadecuados, en los que el Estado de Derecho sólo se aplica de forma limitada. Debido al proceso judicial en curso, FMO no quiere responder concretamente a las declaraciones de los familiares.
Castillo es un ex-militar hondureño y ex-alto funcionario con buenas conexiones en la élite empresarial local. El FMO mantenía una estrecha relación con él como máximo responsable del promotor del proyecto, Desa, que iba a construir la central hidroeléctrica de Agua Zarca por 63 millones de dólares, de los cuales 15 millones serían financiación del FMO.
Asesinos
Pero ahora Castillo parece haber orquestado el asesinato de la activista Cáceres, que lideró la oposición local a la construcción de la planta por su profundo impacto en el hábitat de las comunidades indígenas lencas. A principios de 2016, fue asesinada a tiros en su casa por hombres armados. El tribunal hondureño condenó a Castillo a principios de julio de este año por la «planificación y organización» de ese acto, según la sentencia. Se espera que recurra.
Una cuestión clave es por qué el banco estatal holandés transfirió unos 3 millones de euros en 2015 y 2016 a dos empresas que no tenían ninguna relación formal con el proyecto de construcción: Concretos del Caribe -controlada por Castillo- y Desarrollos Ambientales, con sede en Panamá. Sus accionistas no pudieron ser identificados a partir de fuentes públicas. El banco ha sostenido que ha sometido a Castillo a una exhaustiva diligencia con los clientes.
Deber de control descuidado».
Según los abogados de los familiares de Cáceres, el banco holandés incumplió su deber de control. Todo indica incluso que financiaron indirectamente su asesinato», afirma el consejero Wout Albers, de Global Justice; los fondos del FMO se utilizaron supuestamente como dinero para sobornos de agentes corruptos y otros pagos dudosos. Los familiares basan su argumentación, entre otros, en los comprobantes de pago confiscados a Desa y en las conversaciones de WhatsApp del día anterior al asesinato de Cáceres que tuvieron lugar entre Castillo y varios sicarios, ahora también condenados.
El banco estatal ha sido noticia varias veces en los últimos años por los abusos cometidos en diversos proyectos. Recientemente, por ejemplo, un informe de la FD reveló que las plantaciones de aceite de palma en el país africano occidental de Liberia tienen muchos problemas. El FMO ya se enfrentó a una controversia similar en el Congo, y recientemente canceló un préstamo de 60 millones de dólares al banco hondureño Ficohsa tras las críticas de las ONG.
Campanas de alarma
El abogado Albers, que representa a la organización no gubernamental Copinh además de a los familiares de Cáceres, califica de «incomprensible» que el banco haya «ignorado una señal de alerta tras otra» desde que se inició el proyecto de la hidroeléctrica en 2014, incluso del propio Cáceres.
Incluso el promotor chino Sinohydro, también polémico por su papel en anteriores proyectos problemáticos, se retiró del proyecto de Agua Zarca en 2013 tras graves enfrentamientos con la población local. Para entonces, el promotor Desa ya amenazaba e intimidaba a los activistas, por ejemplo destruyendo su cosecha de maíz, según Albers.
Además, el promotor Desa y las demás partes implicadas no tenían experiencia en la construcción de centrales hidroeléctricas, y las estructuras accionariales de las empresas no estaban claras: Castillo, por ejemplo, controlaba una parte importante de Desa mediante acciones al portador. Esto ya debería haber hecho saltar las alarmas, dice Albers, porque es una construcción que suele ser utilizada por los blanqueadores de dinero. Castillo también ocupó anteriormente un alto cargo en la empresa estatal que concedió a Desa la licencia para el proyecto. Un evidente conflicto de intereses, según Albers.
Momentos clave
15 de julio de 2013: El ejército hondureño mata al activista Tomás García durante una protesta pacífica contra Agua Zarca.
24 de agosto de 2013: El constructor de presas chino Sinohydro se retira del proyecto debido al malestar de la población.
27 de febrero de 2014: FMO se une al proyecto y firma el acuerdo de préstamo de 15 millones de dólares.
3 de marzo de 2016: hombres armados matan a tiros a la activista Berta Cáceres en su propia casa.
19 de marzo de 2016: FMO y su socio Finnfund congelan su financiación tras la muerte de Cáceres.
6 de julio de 2017: FMO se retira definitivamente de Agua Zarca tras reevaluar su estrategia.
6 de julio de 2021: El director general de Desa, David Castillo, es condenado por orquestar el asesinato de Cáceres.
El FMO reevalúa su estrategia
El FMO congeló su participación en el proyecto al día siguiente del asesinato de Cáceres, cuando ya había transferido casi 6 millones de dólares de los 15 millones prometidos. El banco hizo una investigación externa y luego, en 2017, retiró definitivamente sus manos de Agua Zarca.
Finalmente, la planta nunca se construyó. Desde entonces, se han reforzado los controles internos y el banco está revisando también sus propias políticas de inversión, según un comunicado del FMO.
Estos son precisamente los estados donde podemos marcar la mayor diferencia y donde se nos pide que seamos activos. Al mismo tiempo, las inversiones en Estados frágiles implican los mayores riesgos. En los próximos meses revisaremos nuestra estrategia hasta 2030.
Poco después del asesinato, FMO defendió su participación en el proyecto haciendo hincapié en lo deficiente que es la red eléctrica en Honduras; en algunas zonas rurales la cobertura es inferior al 50%. Además, la comunidad local es muy dependiente de los combustibles fósiles, por lo que se beneficiaría enormemente de la electricidad verde. El FMO dijo que seguiría supervisando el proyecto mediante visitas especiales al lugar y consultores externos. «En los países en desarrollo con estructuras de supervisión débiles, podemos marcar la diferencia», dijo el banco en una hoja informativa de 2016.
El Departamento de Defensa se dirigió al abogado hondureño de Castillo para pedirle comentarios, pero no recibió respuesta. El ex consejero estadounidense tampoco respondió a las solicitudes de comentarios.
El río ‘sagrado»
Al principio, éramos conscientes de que se trataba de un proyecto complejo con diversos actores’, recuerda la portavoz de FMO sobre los inicios de Agua Zarca, que ahora se puede calificar de proyecto desastroso. Era una planta de pequeña escala en la zona de Río Blanco. Esperamos que este proyecto tenga efectos positivos en el nivel de vida de Honduras, proporcionando la electricidad que tanto se necesita y creando puestos de trabajo en un país donde más de la mitad de la población vive en la pobreza». Desde el principio, ha habido resistencia por parte de las comunidades lencas locales, que viven alrededor del río Gualcarque. Consideran que el río es sagrado, sobre todo porque de él depende su producción de maíz. La cuestión de la propiedad ha sido desde el principio uno de los principales puntos de discordia: los lencas insisten en que los bancos que se han derribado para construir la central eléctrica son «tierras comunitarias». FMO sostiene que los terrenos se compraron legítimamente a dieciséis propietarios privados; todo se hizo de acuerdo con un convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Sin embargo, luego llegó el asesinato de la activista y líder lenca Berta Cáceres. Estamos muy disgustados por este asesinato», dice FMO. ‘Hasta el momento en que nos retiramos de esta inversión, en julio de 2017, siempre nos propusimos hacer juicios cuidadosos basados en la información disponible en ese momento. Tras su muerte, encargamos una investigación independiente sobre la actuación de FMO y las circunstancias en Honduras. Desde la salida, muchas cosas han cambiado internamente, según el banco: los criterios de selección se han endurecido, prestando más atención a los intereses locales, los derechos humanos y la investigación de los clientes. El FMO también reevaluará su política de inversión, en parte como resultado del caso.