El COPINH, junto a la familia de Berta Cáceres y las comunidades Lencas han llevado una larga lucha en búsqueda de justicia, ya que la causa de Berta Cáceres es representativa de la lucha contra la intención de poderes políticos y económicos de perpetuar la impunidad. El crimen de Berta, desde el principio, ha estado velado por la secretividad y la falta de divulgación de información por parte de la Fiscalía, y ha habido una serie de irregularidades y dilataciones de los procesos en torno al crimen de Berta, que han demostrado la necesidad de ocultar todas las evidencias que vinculan los hechos a los intereses criminales de la familia Atala Zablah, en complicidad con los entes del Estado que han respondido a también a sus intereses económicos y políticos.