Berta Isabel Cáceres Flores (4 de marzo de 1971, La Esperanza, Intibucá – 2 de marzo de 2016, La Esperanza, Intibucá) fue una líder indígena Lenca, feminista y lideresa del movimiento popular hondureño. Cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras -COPINH- en el año de 1993. Por su resistencia al modelo extractivo y defensa de los derecho del pueblo Lenca fue reconocida y el en año 2015 ganó el Premio Medioambiental Goldman, el máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente. Fue asesinada el 2 de marzo de 2016 siendo Coordinadora General de COPINH en medio de una fuerte lucha contra el Proyecto Hidroeléctrico “Agua Zarca” de la empresa Desarrollos Energéticos SA -DESA- luego de intensas amenazas y persecución de la empresa y del Estado de Honduras. Su asesinato ha sido fuertemente condenado a nivel internacional.
Berta Isabel Cáceres Flores, conocida como Berta Cáceres, nació en el municipio de La Esperanza, departamento de Intibucá el 4 de marzo de 1971. Fue la hija menor de doce hijos e hijas de la señora Austra Bertha Flores López.
Fue madre de tres hijas y un hijo; Olivia Marcela, Bertha Isabel, Laura Yolanda y Salvador Edgardo.
Creció en el contexto de los regímenes conservadores y en medio de gobiernos autoritarios. Sus primeros años junto a su madre fueron de lucha frente al conservadurismo militar y cachureco[1].
Realizó sus estudios de pre-básica en el Jardín de Niños “Esperanzano”. Su educación primaria la cursó en la Escuela Guía Técnica número 12 “Juan Emilio Flores” de La Esperanza, Intibucá.
En sus años de infancia acompañó a su madre en las labores de enfermería, en particular la asistencia a las mujeres en labor de parto, principalmente mujeres Lencas. También la acompañó en las luchas solidarias de los movimientos de liberación de varios países centroamericanos, cumpliendo tareas como las de correo entre su madre y la insurgencia.
De doña Austra Bertha no solo fue una hija, sino también compañera de lucha con la que enfrentaron duros momentos como la persecución política de uno de sus hermanos mayores, Carlos Alberto Flores, joven líder de movimientos estudiantiles quien tenía orden de aprehensión o muerte y que, por su militancia, sufrió un atentado siendo adolescente.
Su educación secundaria la realizó en el Instituto Departamental de Occidente y posteriormente estudió magisterio en la Escuela Normal Mixta de Occidente.
Durante la secundaria se destacó como dirigente estudiantil, militando en la Organización Patriótica Estudiantil Lempira (OPE-L) desarrollando, además, trabajo clandestino contra la Doctrina de la Seguridad Nacional, la ocupación del país por parte de los Estados Unidos y colaborando con el proceso de lucha en El Salvador.
Al graduarse de maestra en La Escuela Normal de Occidente, en 1988, decidió trasladarse a El Salvador, donde integró un equipo de análisis de la información para la comandancia general del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y participó en la Gran Ofensiva General del 11 de noviembre de 1989 en la cual permaneció en combate durante nueve días. Allí, Berta, conocida por el seudónimo de Laura se destacó como combatiente disciplinada y valiente. En esta lucha fue reconocida como una de las mujeres heroínas internacionalistas que apoyaron la revolución salvadoreña.
Al regresar de El Salvador, a finales de 1989, fue impulsora de programas de educación popular para socios y socias de la Asociación para el Desarrollo de la Región Occidental de Honduras (ADROH)
Más adelante fue fundadora de Acción Cultural y Ecológica de Rescate HACER, desde donde se impulsó la recuperación de la cultura Lenca y la lucha por la defensa de los bosques y la naturaleza.
Seguidamente trabajó en la Organización Parroquial de Intibucá (OPI) en la zona fronteriza entre Intibucá y El Salvador, impulsando la organización y capacitación de las mujeres.
El 27 de marzo de 1993, Berta junto a otras personas representantes de organizaciones populares del occidente, fundó el Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas -COPIN- (Actualmente Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras – COPINH-), espacio en el que militaría hasta el final de sus días.
Esta organización, desarrolló grandes luchas que conmovieron la conciencia nacional y que dieron a conocer al mundo un nuevo sujeto social marginado por siglos de colonialismo: el pueblo indígena Lenca de Honduras.
La lucha de COPINH logró en sus primeros años la expulsión de 36 aserraderos industriales de madera, la creación de 4 municipios indígenas en los departamentos de Intibucá, Lempira y La Paz; la construcción de carreteras para comunidades Indígenas, la apertura de escuelas, centros de salud, proyectos de agua potable, electrificación y, el logro más importante en sus primeros años de existencia, la organización para la ratificación en 1994 del Convenio 169 para pueblos Indígenas de la OIT.
En todo este trabajo se destacó como vocera, estratega y sobre todo como articuladora del movimiento indígena hondureño y con movimientos sociales de otros países.
Una de las tareas más importantes fue el montaje de grandes eventos internacionales por la diversidad biológica y cultural, contra represas, contra la militarización, por la refundación de Honduras, encuentros de energías alternativas y otros que tenían como centro el ejercicio político de la construcción desde abajo a través de la educación popular.
En muchas oportunidades asumió responsabilidades dentro de la Coordinación General de COPINH o la comisión ejecutiva, impulsando la inclusión política de las mujeres dentro de la organización.
Berta, fue impulsora de las Radios Comunitarias Indígenas: Radio La Voz Lenca, Radio Guarajambala, Radio La Voz del Gualcarque y Radio Puca Opalaca.
Fue impulsora de proyectos unitarios nacionales como El Bloque Popular y la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP). Con el Golpe de Estado del año 2009 también participó en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) siendo integrante de la Comisión Política.
También se destacó en la lucha contra el Golpe de Estado, días inmediatos al mismo, dirigió una multitud de Lencas que caminaron hasta Nicaragua para encontrar al entonces presidente Manuel Zelaya Rosales.
Berta, fue impulsora de espacios internacionales como El Grito de los Excluidos, La Convergencia de Movimientos de Los Pueblos de las Américas (COMPA), el Foro Mesoamericano contra el Plan Puebla Panamá, el Alba Movimientos, el Foro Social Mundial -Capítulo América Latina-, la Red Latinoamericana Contra Represas (REDLAR), y Feministas del Abya Yala.
Dirigió la lucha contra la represa del Tigre, en la frontera de Honduras con El Salvador. Además, impulsó grandes luchas por la defensa de los ríos en el occidente de Honduras en las que existen más de 51 concesiones para proyectos hidroeléctricos y que denunció en diferentes instancias nacionales e internacionales.
Su lucha fue sistemáticamente criminalizada por el Estado de Honduras que le llevó a enfrentar procesos judiciales, el hostigamiento y estigmatización permanente que la hizo estar en prisión en dos oportunidades. Esto con el objetivo de debilitar la fuerza de su trabajo.
Desde el año 2013, Bertha acompañó y dirigió la lucha contra el Proyecto Hidroeléctrico “Agua Zarca” sobre el río Gualcarque enfrentando a una de la constructoras de represas más grande del mundo: SINOHYDRO y la empresa dueña de la concesión Desarrollo Energéticos Sociedad Anónima (DESA), propiedad de la familia Atala Zablah.
Con la lucha de la comunidad de Río Blanco, Intibucá organizada a COPINH contra “Agua Zarca” se logró la expulsión de SINOHYDRO y el Banco Mundial en el año 2013, motivo por el cual le fue otorgado el prestigioso Premio Medioambiental Goldman como reconocimiento a la lucha del COPINH y a su trabajo como Coordinadora General.
En el año 2014, DESA reactivó una segunda etapa en la construcción de “Agua Zarca” al otro lado del río Gualcarque gracias al apoyo de nuevos financiadores: el Banco de Desarrollo Holandés (FMO), el Banco de Desarrollo Finlandés (FINN FUND), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y la proveedora de turbinas y tecnología Voith Hydro (Consorcio de Alemania) y se también se vio involucrada la Agencia de Cooperación de los Estados Unidos (USA-ID).
La lucha de Bertha y COPINH se convirtió en un obstáculo a la inversión de diversas empresas nacionales y trasnacionales que saquean los bienes comunes del pueblo Lenca, por esto recibió amenazas constantes. La empresa DESA siempre constituyó la principal fuente de amenazas a su vida.
Luego de algunos atentados en su contra, el 2 de marzo de 2016, sicarios pagados por la empresa de la familia Atala Zablah, entraron a su casa con el objetivo de acabar con su vida, esa madrugada es asesinada.
Por su lucha en la defensa de los derechos de los pueblos Indígenas, de las mujeres, del territorio, fue reconocida nacional e internacionalmente en varias oportunidades, entre estos recibió: Premio por la Paz Shalom otorgado en Alemania (2012), Premio Nota Sol/Nota Cien (2014) otorgado en Asturias, España, el Premio Medioambiental Goldman (2015) y el Premio Monseñor Romero (2015) otorgados en Estados Unidos.
Con su muerte se ha suscitado un reclamo de justicia integral, juicio y castigo a los máximos responsables y a condena a la política represiva del Estado y a las agresiones de las empresas impulsoras del modelo extractivista.
[1] Del Partido Nacional